I
Cada quién tiene
el más adecuado
para pactar con la vida.
El mío tú ya lo sabes.
Esperarte.
II
La noche arropando las nostalgias.
La canción que pinta un rostro en la hoja quieta de la memoria.
El café que danza con su aroma sobre la piel desnuda de la madrugada.
El color con el que se cubren las flores para guiar hasta su pecho al abejorro enamorado.
Las migas de pan de la ternura
que vas dejando sobre la vida, para que sepa volver, al templo sagrado de tu cuerpo.
III
El ingenuo nacimiento.
Un árbol con su estrella.
La flor roja y los anhelos.
Mirarte sonriendo
la noche buena que venero.
Poemas de: Andrés Castillo