Encuentro

PALABRAS,SILENCIOS,AMORES, COMBATES, TRIUNFOS Y DERROTAS, NOSTALGIAS, AUSENCIAS.
DE FLORES Y BALAS COMO LA VIDA.
Poética existencia. Vida poética.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Pirañas

Comparto este poema publicado en el año 2002, bien propicio en estos tiempos de arteras y violentas pirañas que regresan, con su odio de siglos.


 Pirañas

 

A Rafael “Negro” Rodríguez. 
                            Seguiremos enfrentado las viejas pirañas.



Se han multiplicado, como pirañas hambrientas

buscando el alimento.


Vienen por nosotros,

quieren nuestros huesos.


Les han nacido patas y se han comido el cielo.


Pero a pesar de todo y que quizá somos menos,

nos queda una esperanza para salvar los sueños,

que mientras nos encuentren, se coman entre ellos.




Poema de Andrés Castillo

Del poemario “Entre el Sol y la Luna”.  2002

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Gestos de mujer



 A la bella flautista.


Y su cabello negro
parecía bailar feliz
entre sus manos.

Sus diminutos lunares
dibujaban una galaxia distinta
sobre su piel morena.

Ella es una lluvia tierna
de gestos
que cabalgan en el aire.

Que linda esa mujer
la que ahora puebla mis ojos.

La flauta que ella besa
se quedó dormida
mientras la belleza de su rostro
se volvía melodía
y llovizna dulce
en mi poema.




Poema de Andrès Castillo

Caracas 07 de diciembre 2015
Viajando por la melodiosa galaxia de sus gestos.

lunes, 26 de octubre de 2015

De






Poema de Andrés Castillo

lunes, 29 de junio de 2015

lunes, 8 de junio de 2015

Andares de vida y muerte



A dónde habrá ido mi padre con su muerte
a dónde sus manos y caricias
en qué lugar habrá guardado su quimérica sonrisa.

A dónde sus ojos azules color de pájaros mágicos
como las estrellas de los niños,
en qué lugar colgaría su limpia camisa
su pantalón de tela fina, su sabia malicia.

A dónde habrá ido mi compañero trajinero
que haría con sus monedas sonajeras
las que no dejaba de frotar en sus bolsillos,
en que silencio olvidaría sus dolores
que nuevo amor perfumaría sus ansias.

A donde iría mi padre con su muerte
en qué comarca la dejaría alucinando
confundida, errante, sin rastro.

De verdad no lo sé aunque lo piense
conmigo sigue su vida desbordando caminos
navegando el tiempo que nos queda
rasgando miedos y destinos
bendiciendo a tiempo los abismos.

Que sé yo de la muerte que no ama
la vida de mi padre crece en la mía
         y anda y desanda
su vida me lleva vital hasta su abrazo.

Sigamos viejo en marcha          errantes
         sigamos padre
que  la muerte  es otro andar que nos aguarda.




Poema de Andrés Castillo


jueves, 28 de mayo de 2015

Estado del tiempo



A Olga Lambea, en mi delirio.




“un barril de cerveza que mata de sed,
un melón con pezón de sandía,
un espía enemigo, un contigo al revés,
un ombligo de bisutería”.
                     Joaquín Sabina  

Este clima de verdad está descompuesto
llueve en verano 
y hace un calor insoportable cuando debe ser invierno.

Dicen que es el daño que le hicimos a la capa de ozono
algo irremediable, 
eso dicen.

Este clima está alborotado, 
extraño,
descompuesto,
y deben tener razón.

Ayer me tropecé sólo un instante
con una mujer de labios grandes                                     
y mirada de cielo herido,
de cabellos negros cual tormenta
y de risa de gaviota.

Sólo un segundo me atreví a mirarla
y ya ven 
aquí estoy yo
hundido en sus misterios
sin poder escapar de
las arenas movedizas
donde muero sin remedio.


Poema de Andrès Castillo
Publicado en el poemario: "El árbol de mis Alas"

Primer Premio del II Concurso Internacional de Poesía
“Delia Rengifo” 2013

miércoles, 4 de marzo de 2015

No te desnudes



                                                                                                                                       Luna cautiva


Cuando estemos juntos
cuando estemos solos
al final de la noche,
no te desnudes
quédate vestida
deja que mi mano
descubra tus lunares
deja que mi boca
recorra tu cintura,
no te desnudes
quédate vestida.

Eso sí, cuando
despiertes a mi lado
procura dejar tu ropa
cerca de la mía
para quemarlas juntas
para que nunca más
nuestros cuerpos desnudos
dejen de tocarse
de vestirse ahora
con el amor sediento
de cada nuevo día.



Poema de Andrés Castillo