Para Amanda
En
ti he descubierto
que
el mundo me necesita bueno
feliz,
entero.
En
ti he descubierto
que
debo poner a disecar los rencores
los odios,
los miedos
olvidarlos
sobre el tejado de la casa,
que
se los lleve el gato andariego
la
lechuza ojos de tiempo
o
que la noche lo asuste y así pierda el regreso.
Y
salir entonces a la calle, sonriente
amoroso,
amable, fiestero
ingenuo,
cierto, verdadero
la única
camisa que debemos ponernos.
En
ti he descubierto que la vida que debo dejarte
es
la de la ternura, la de soles y azules cielos
la
del buen recuerdo, la de la fiel caricia
la
del abrazo y beso.
En
ti he descubierto un mundo distinto
al
que hoy hacemos
un
mundo sin manos de ira, sin ojos de yeso
sin
la garra que mata, sin la mala noche
escondiendo luceros,
un
mundo de palabras nobles, de tiernos anhelos
un
mundo de mirada atenta sin torpes tenazas
cortando lo bueno.
En
ti he descubierto la arisca verdad que no conocemos.
El
mundo que debo dejarte
tú a cada rato me
lo vas haciendo.
El
mundo que debo dejarte
lo aprendí de ti y
sigo aprendiendo.
Poema de Andrés Castillo