A Magda
Resulta
que estás por todas partes
goteando
vida desde los tejados
cayendo
sobre mí
como una enredadera
te
veo al despertar
cerca
de la puerta de la cocina
y
me llamas en las tardes
cuando hay epidemia de
silencio en las veredas.
Miro
tus manos acariciando tu pelo
acomodándote
los lentes para leernos otra vez
desde lo
querido
te
veo siempre
sentada
entre el bullicio
y
más en las noches de nostalgia
cuando
los puñales del recuerdo
me
cortan las alas la templanza.
Estas
Magda
como
la certeza más precisa
como
el adiós que no agita las manos
sino que nos abraza
como
la brisa que no se ve
que llena de hojas las aceras.
Ojalá
algo de mi exista todavía
resida en el recuerdo de tu vida
algo
de mi vital
siga despierto en tu regazo.Poema de Andrès Castillo