Poema de: Andrés Castillo
"Con Guaicaipuro, con Paramaconi, con Anacaona, con Hatuey hemos de estar, y no con las llamas que los quemaron, ni con las cuerdas que los ataron, ni con los aceros que los degollaron, ni con los perros que los mordieron"
José Martí
Y lanzaron sus perros
otra vez tras ellos
y les quemaron sus hogares
sus enseres
la fría manta de la noche
fue su escondite de nuevo
como hace siglos
en la colonia sangrienta del miedo.
Esta vez la bala
disparada por los medios
rezó el agrio mandamiento:
primero los indios
los de piel morena,
satánicos amantes
de astros y luceros
¡vayan por ellos!
contra los sencillos, los cholos,
distintos a nuestros modos
de civilizado y blanquecino
exterminio.
Y les cercaron la vida a todos
a nosotros con ellos
trayendo a nuestra era
el terror de las hogueras
contra libros, corazones e ideas.
Y amenazaron de muerte
a las hijas y sus abuelas,
la bota militar
sugirió la rendición
entre la ira ardiente
de traidores incendios
látigos fieros
y medievales procedimientos.
Así, el primer presidente indígena
de la Bolivia tierra
selva amada por la luna
flauta de dulce vuelo
cual cotinga palkachupa,
abandonó su suelo
pero dejó sembrada
la vuelta entre los cantares
de ancestrales desvelos
las razones sagradas
del colectivo sueño
de los caminos viejos
hasta el sendero nuEvo,
colorida esperanza
de arcoiris sediento.
Y lanzaron sus perros
sus odios
sus medios
y sus agrios rezos
contra madres e hijos,
contra cielo y bisnietos.
Y en el Alto
volvió a llorar La Paz
escondieron
en sus ponchos rojos
y en las vivas polleras
la rabia, la tristeza
y con mil fieros susurros,
caminaron a la lucha
encontrando en los montes
las mismas manos indias
del gran Tupackatari
las de Guevara vivas.
Y hoy siguen la jornada
de destilar el llanto
con la Wiphala en alto
goteando dignidad
pintando de coraje
la ignominia vil
gritando ¡hemos vuelto!
a corazón latiendo.
Su batalla de siglos
es un ave silvestre
con alas luminosas
de múltiples colores
india, tierra, vida,
Bolivia seguirá
la marcha de la lucha
y el vuelo cantarino
de quien sabe su ruta.
La noticia que entre las balas dice:
Todo fue culpa de ellos ¡ateos!
En el palacio alzaron una bandera de muchos colores, un pueblo libre y hasta humanos se creyeron.
Poema de Andrés Castillo
21 de noviembre 2019
República Bolivariana de Venezuela