Hoy todo se ha opacado
envuelto en un torbellino de sombras.
Cuesta mirar certeramente
lo que tenemos al frente
sin caer en torpes equivocaciones.
Voces, gritos y lamentos
escupen su verdad
fieramente.
Pero nada es tan cierto
como la mentira que los cubre
que los nombra desde lejos,
o en la huella que va
o en la estela gris
con alas de cuervo.
Hoy todo se ha envilecido
carcomido
entre fugaces llamaradas.
De nada sirve
la palabra sincera
ni las manos
ni el silencio
ni la ternura
ni el miedo
ni la risa
ni el canto
ni el perdón
ni los ojos abiertos,
ni este vasto poema
que se muere
buscando sosiego.
Hoy todo se ha opacado
envuelto en un torbellino de sombras.
Queda el regreso.
Poema de Andrés Castillo
