Encuentro

PALABRAS,SILENCIOS,AMORES, COMBATES, TRIUNFOS Y DERROTAS, NOSTALGIAS, AUSENCIAS.
DE FLORES Y BALAS COMO LA VIDA.
Poética existencia. Vida poética.

viernes, 24 de diciembre de 2021

Rituales

I

Cada quién tiene

el más adecuado

para pactar con la vida.

El mío tú ya lo sabes.

Esperarte.


II

La noche arropando las nostalgias.

La canción que pinta un rostro en la hoja quieta de la memoria.

El café que danza con su aroma sobre la piel desnuda de la madrugada.

El color con el que se cubren las flores para guiar hasta su pecho al abejorro enamorado.

Las migas de pan de la ternura

que vas dejando sobre la vida, para que sepa volver, al templo sagrado de tu cuerpo.


III

El ingenuo nacimiento.

Un árbol con su estrella.

La flor roja y los anhelos.

Mirarte sonriendo

la noche buena que venero.


Poemas de: Andrés Castillo





viernes, 19 de noviembre de 2021

El Samaín: una fiesta ancestral de Galicia

CAMPANAS
Palabras/Patrimonios
Serie I

 Por Andrés Castillo


La comunidad autónoma de Galicia, ubicada al noreste de España, es portadora de una cultura extraordinaria, viva y diversa, cimentada en variadas tradiciones que le unifican como pueblo, dándole carácter y una personalidad propia, contando además con su geografía que la muestra como uno de los espacios naturales más hermosos del mundo.

Galicia, con su lengua propia, paisajes inigualables, vinos, literatura y gastronomía, cuenta con una rica y diversa fuente de manifestaciones culturales que bien vale la pena descubrir, mucho más, cuando algunas de esas fiestas y tradiciones han sido germen de otras fuera de sus fronteras, producto claro está, de los distintos y complejos procesos culturales a los que desde siempre se ha visto enfrentada la humanidad.

Quizá fuera de sus predios se desconoce la amplia diversidad de expresiones culturales arraigadas en la tierra gallega a pesar del flujo migratorio de su gente a principios del siglo XX, generalmente a América asentándose en países como: Cuba, Argentina, Panamá y Venezuela, destinos fértiles, donde sus hombres y mujeres se dispersaron mezclándose con otras culturas, quienes le dieron al aporte gallego su propio cariz y sentido, floreciendo, enriqueciendo el dinámico y cambiante arcoíris cultural del que todos somos parte.

Un ejemplo de ello y es la razón de ser de este artículo, es la fiesta del Samaín, la cual abordamos en este pequeño trabajo, ya que en días recientes nos topamos con el Halloween, ampliamente difundido comercialmente por la cultura norteamericana a través de sus avasallantes reflectores mediáticos, pero quienes conocen la historia y la cultura gallega saben que el Samaín, mucho más vistoso, genuino, con arraigo, sentido e historia es el germen de tal festividad y dentro de la tierra gallega cuentan con referencias importantes que en este trabajo queremos desandar y compartir.

Como suelen decir los gallegos: el Samaín forma parte de la tradición más genuina y enxebre de esa hermosa tierra.

El Samaín es una fiesta ancestral de Galicia, herencia de la cultura Celta, sumada a otros aportes europeos, quienes da origen a lo que conocemos hoy como Galicia, la vieja "Gallaetia" nombre conocido antes de la conquista romana:

<<…comenzó a usarse en la época romana para designar a la región en que Caracalla agrupó, bajo el nombre de Nueva España Citerior Antoniniana, a los tres conventos jurídicos de Astúrica, Bracara y Lucus Augusti, hoy Astorga, Braga y Lugo, respectivamente>> (De Tejada, 1987, p.47)


Nada está más vivo que la muerte

No hay nada tan viejo como la muerte. Como la necesidad de los vivos de aprenderla, descifrarla, hacerle bromas, adorarla, rendirle culto y ofrendas. No existe cultura alguna que no haya experimentado algún tipo de rito o manifestación que le lleve a relacionarse con la muerte, con esa separación que nos inquieta siempre del espacio incognoscible que nos separa, entre los vivos y los muertos.

Todas las sociedades han dejado testimonio y huella en cuanto a lugares de cuidado, panteones, cementerios, espacios para ofrendar veneración a los que han dejado el mundo terreno, unido a ello, infinidad de rituales o ceremonias relacionadas con la muerte, sin dejar de mencionar los distintos nombres o apodos para referirse a ella: parca, pelona, catrina, entre una larga lista de acuerdo con cada lugar.

El Samaín es una festividad que se celebra entre el día 31 de octubre al 02 de noviembre en correspondencia al fin del verano y se enlaza con otra festividad original de Galicia como <<El Magosto>>, que refiere al cultivo y recolección de la castaña (dedicaremos en la serie que continua a este trabajo, un artículo especial a esta festividad).

Es necesario afianzar la importancia del paso de una estación a otra, sobre todo en aquellas sociedades donde estos ciclos son definitorios, no solo para la siembra, también modifican lo referente a la movilidad, el vestido, la alimentación, no así en zonas tropicales donde las variaciones climáticas podríamos mencionar son más estables.

¿Qué es el Samaín?

Samonis, quiere decir reunión de ahí su relación con los muertos.

<<El Samaín fue el origen de todo. En gaélico, Samhain significa «fin del verano», pues los antiguos celtas lo celebraban en ese momento de transición del estío al invierno. Esta celebración milenaria tiene lugar cada año, durante la noche que va del 31 de octubre al 1 de noviembre, en una de esas fechas en las que se cuenta que es más fácil transitar entre dos mundos: el de los vivos y el de los muertos>> (La Voz de Galicia, 2021)

Desde sus orígenes el Samaín en Galicia respondió a ese cambio de estación, al fin de un ciclo y el nacimiento de otro, sin olvidar que los avances de la tecnología como la electricidad estaban ausentes, abono fértil para que florecieran visiones, creencias y supersticiones. Para estas fechas era propio de la tradición vaciar nabos y con gran destreza se introducían dentro, pequeñas velas encendidas, lo que derivó al paso del tiempo con el aporte de nuevos alimentos traídos de otras latitudes, en calabazas, tomado de la tradición irlandesa.

<<Varios siglos después, esta tradición, que renace en la actualidad gracias al movimiento neo-pagano, tiene continuidad en el Halloweeen, exportación de los irlandeses a los Estados Unidos en el siglo XIX y principios del XX. En1840 esta festividad llega a Estados Unidos y Canadá donde queda fuertemente arraigada. Los antiguos británicos tenían una festividad similar, a la celtica de Samhain, conocida como Calan Gafea. Los antiguos Celtas creían que la línea que une a este mundo con el Otro Mundo se estrechaba con a la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus cruzar esa línea. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados, mientras que los espíritus dañinos eran desalojados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se deba a la necesidad de ahuyentar a esos espíritus malignos>> (Trujillo,2015, p. 584)


La cultura es inquieta

Los procesos culturales son complejos, se repliegan, se ocultan, avanzan, se arropan con trajes diversos, pero nunca se quedan quietos, aún en las más duras embestidas para hacerlos desaparecer, los procesos culturales arraigados históricamente dentro de las comunidades sobreviven, no sin dejar heridas a su paso, mutaciones o nuevos rostros, que hacen muchas veces complejo seguirles el rastro o estudiar su originaria raíz.

Nada de esto es ajeno a la fiesta del Samaín en Galicia, aun cuando distintas instituciones y centros dedicados a la recuperación del patrimonio cultural, unido al sentimiento de pertenencia de la propia población, apegada todavía a sus orígenes, no se ha mantenido ajena a la tergiversación, usurpación y cambio de sentido de una tradición que consideran propia, como ciertamente ha sucedido inobjetablemente con el Halloween, el cual, desde Norteamérica se ha promocionado con gran rentabilidad, siendo además una forma de penetración cultural evidente a nivel global.

En los últimos años la propia llegada de la fiesta de las brujas o el Halloween, con su arrolladora fuerza comercial, ha logrado que se reavive el ánimo dentro de muchos pueblos gallegos por volver a las fuentes originarias del Samaín.

Así lo experimentó en los años noventa el profesor Rafael López Loureiro quien fuera el iniciador, hace ya más de treinta años de estudiar y seguirle el rastro a una festividad legendaria en su tierra natal gallega y que diera a conocer en una investigación pionera, de gran valor y rigurosidad investigativa, titulada: Samaín: a festas das caliveras/la fiesta de las calaveras, 2003.


Todo comenzaría por causalidad como hemos mencionado y que él ha narrado a distintos medios en infinidad de entrevistas, fue a medidos de los años noventa del siglo pasado, cuando López Loureiro en su terruño de Cedeira, al norte de la población de Ferrol, en la Costa Artabra, se reencontrara con los recuerdos de niño, un día al recibir a su hija de regreso del colegio y verla llegar con una calabaza entre sus manos, decorada al estilo de las de hoy en día, rememorando su infancia en la cual él también había decorado <<melones>> (como se le conoce en Cedeira a las populares calabazas) al igual que su hija realizó tal actividad, en la misma fecha a finales de octubre, lo que le motivó a mirar al pasado e ir tras sobre las huellas del Samaín, y es su obra la que abre las puertas para investigaciones posteriores sobre esta festividad en Galicia, a la vez que ha motivado a su celebración de manera más autóctona.

En toda Galicia como en otras partes del mundo es común ver vidrieras de negocios, bares, cafés o en las aulas de los colegios el afán por decorar o disfrazarse con máscaras terroríficas, decoradas con calabazas, esqueletos o los trajes comerciales con los que se ha popularizado las “brujas” y así seguir la onda expansiva que a través de la mediática se multiplica sin importar las mil historias que alrededor de una celebración se esconden o habitan la mayor de las veces con otro sentido.

<<Se está recuperando en parte por la influencia global", explica Manuel Vilar, director del Museo do Pobo Galego, un centro que "investiga, conserva, divulga y promueve la cultura gallega". Vilar se refiere principalmente a dos elementos: el Halloween popularizado sobre todo por el cine USA, el de truco o trato y los disfraces terroríficos; y los vínculos de Galicia con el mundo celta. "Tenemos necesidad de buscar esa conexión", dice. De hecho, la misma palabra, Samaín, procede del irlandés antiguo y, según algunos filólogos, designaba el final del verano. Ahora se usa para nombrar "la fiesta de las calaveras>>. (La Voz de Galicia, 2021)

La religión católica en su proceso de expansión, control y dominio cultural sobre todo en occidente, comprendió la necesidad de engullir, asimilar, transformar y sacralizar otras tradiciones enraizadas en los distintos pueblos y comunidades, esto sucedió con la festividad del Samaín, debido a su arraigo, el Samaín, fiesta originaria de la cultura celta a su vez germen de la de Galicia, ligada como ya hemos mencionado, originalmente a los cambios de estación, en estrecha relación con la siembra y la necesidad ancestral de dar sentido al paso de la vida a la muerte, todo esto fue una oportunidad aprovechada por la religión católica, de convertirla en las fiestas relacionadas a su propia tradición, es así como, fue transformada en el día de todos los santos, de todos los difuntos.

Se señala que en algunas poblados de Galicia como en Quiroga, las <<calabazas, melones, o nabos>>, se guardaban como máscaras para lo que sería el Entroido (lo que se conoce como la llegada del carnaval en Galicia).

De igual forma son unánime las voces de los pobladores de las parroquias de <<Cabral, Lavadores, Noia, Catoira, Cedeira, Muxía, Sanxenxo, Quiroga, Ourense>> y otros entornos rurales de Galicia que las calabazas, también conocidas como: <<cocos, colondros, caveiras de melón, calabazotes o calacús>>, los diversos testimonios expresan que se colocaban con velas a la entrada de los cementerios y “carreiros", para aterrorizar a los viajantes. Recuerdan todavía la celebración de una fiesta coincidente con los días de difuntos y todos los santos. Estas “calabazas” iluminadas, eran utilizadas para purificar y alejar malos espíritus, dando el paso entre estaciones, de la claridad del verano al lúgubre invierno.

Es importante no dejar de mencionar que, en épocas anteriores, donde las guerras entre distintos grupos humanos eran continúas tanto en Irlanda como en distintas zonas de Europa, se utilizaban los cráneos de los guerreros vencidos y se les iluminaba con antorchas, a la vez que eran colocados en las encrucijadas de caminos y en los muros como advertencia a futuros enemigos.

Como hemos comentado, la cultura y las tradiciones son procesos largos y complejos, de ahí que, la llegada de las calabazas (plantas cucurbitáceas) proveniente de América la cual es conocida con el nombre de <<auyama>> en algunos países como Venezuela, este aporte fue lo que permitió el paso de calaveras iluminadas a <<calabazas, melones o auyamas>>, ahora con otros propósitos, dando además, una contribución a la exquisita gastronomía gallega.

<<Castro explicó a GG que la calabaza llegó a Europa en el siglo XVI y muy poco a poco se fue introduciendo en las cocinas, donde se quedó para formar parte de platos como cocidos, chorizos y repostería >>. (galiciae. com)

Truco o trato/dulce o broma

Toda tradición extendida fuera de sus fronteras, no están a salvo de sufrir cambios en las expresiones lingüísticas, insertando o adaptando las voces propias de la cultura local, junto a la diversidad de nombres y frutos de la propia naturaleza, así los usos y diversas formas de comunicación que le son propias, creando en cada lugar un sentido y una personalidad que le dan originalidad.

Así, del vagar de algún difunto por las calles oscuras debido a la falta de luz eléctrica, hasta las visiones fantasmagóricas que la naturaleza nos muestra bajo el claro de la luna, unido a los mitos y los tabúes religiosos, se fue colmando a esta festividad de diversos elementos que le son comunes, así como otros que le hacen particular de acuerdo con los múltiples intereses de cada zona y valores culturales particulares.

Hay variantes en los juegos o frases utilizadas, de aquellas leyendas que hablan de seres horrendos que deambulan de hogar en hogar asustando al vecindario y a la propia muerte quizá con la que nos vemos obligados a jugar alguna vez una partida o rezarle una oración haciéndole cruces al espacio vacío, hacer trato con ella para a fin de cuentas, intentar burlarla y sacarla de nuestro camino, <<truco o trato>> en Galicia se mencionaba <<unha limosniña polos difuntos que van allá>>, en México piden los niños una <<Calaverita>> en la que los más pequeños preguntan <<me da usted una calaverita>> a diferencia del <<trato o truco>> del Halloween.

En la versión estadounidense, tomada como hemos mencionado de la cultura irlandesa, se habla de una leyenda de un ser malévolo llamado <<Jack-ó-lantern>> quien tocaba las puertas exigiendo <<Trick-or treating>> de donde deriva truco o trato, susto o broma, susto o dulce.

En a la actualidad en algunas zonas, los rapaces como se llaman en Galicia a los más pequeños, ataviados de disfraces, tocan a la puerta de edificios o portales para exigir <<travesura o dulce>>.

<<Otero Pedrayo dedicó un texto de la revista Nós a la fiesta de los muertos en Irlanda "superpuesta simplemente a la antigua de Samaín" y se refiere a las cuatro fiestas-asambleas que marcaban el ritmo del año celta y que eran en febrero "Imbolc", en maio "Beltaine", en agosoto "Lugnasad" y en noviembre "Samaín". La fecha era siempre el primer día de mes pero las fiestas comenzaban quince días antes y duraban hasta quince días después>>. (galiciae. com)

Campanadas de vida y permanencia

El Samaín es hoy una tradición que ha vuelto a las escuelas en Galicia, recobrando un poco su originalidad, para quitarle quizá el espacio que hoy Halloween le ha quitado.

El regreso del Samaín, indiscutiblemente es otro puntal para lo que es ya, dentro de Galicia, unido a su idioma, una razón de cohesión, de fervor por la cultura genuina, diversa y rica de esa bella tierra, donde su gastronomía, bajo las notas de la gaita, vive y ofrece lo mejor de su historia cultural, patrimonios de una tierra con arraigo, campanadas de vida y permanencia que debemos conocer a profundidad.

<<El Samhain era también un momento para hacer balance de los suministros de alimentos y el ganado para el invierno. Las hogueras igualmente desempeñaron un papel importante en las festividades. Todos los otros fuegos se apagaban y en cada hogar se encendía una hoguera en la chimenea. Los huesos de los animales sacrificados se lanzaban a la hoguera. Otra práctica común era la adivinación, que a menudo implicaba el consumo de alimentos y bebidas, e incluso en Asturias se celebraban banquetes en las tumbas de los antepasados. Sin embargo, la fiesta no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921, en Minnesota fue el primer desfile de Halloween y luego siguieron otros. La aludida vigilia se tradujo al inglés como: “All Hallow´Eve”. Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a “All Hallowed Eve”, y de una variación escocesa, posteriormente a “All Hallow Een” para terminar con la palabra que hoy conocemos “Halloween”. Existen algunas prácticas tradicionales en las nacio-nes celtas que aún conservan la herencia de dicha fiesta, como las diásporas irlandesa y escocesa>>. (Trujillo, 2015, p. 585)


Andrés Castillo 
Dr. en Patrimonio Cultural
Docente universitario
Poeta


Fuentes:
De Tejada, Spinola. (1987). La Tradición Gallega. Xuntanza Editorial.
López Loureiro, (2003). Samain: a festa das caliveras. Ir Indo Edicions.
Trujillo Ballesta, Jesús. (2015). Tánatos. Isla Arriarán: Revista Cultural y Científica.
Diario: La Voz de Galicia.
Galiciae.com.















CAMPANAS. DIFUSIÓN


Palabras/Patrimonios 

Serie I


 

La serie : Campanas 

Materiales de difusión. Palabras/Patrimonio

Es una contribución personal al estudio, la investigación y la difusión sobre el patrimonio cultural mundial, un aporte en la compresión y valoración de las diversas expresiones culturales que en distintas partes del mundo perviven a pesar de los complejos y dinámicos procesos de transculturación, apoyados en la mediática global que silencia, borra y uniformiza los modos de vida y los tesoros culturales que a todos pertenecen.

Aporte, palabras para el debate sobre las tradiciones culturales que en distintas regiones del planeta sirven de arraigo, resistencia y vida para sus pueblos, para toda la humanidad.

  • Cada mes compartiremos un estudio relacionado, el cual será publicado en sintonía con revistas especializadas en el tema sobre el patrimonio dentro y fuera de Venezuela.


Andrés Castillo

 

 


domingo, 31 de octubre de 2021

viernes, 29 de octubre de 2021

ALÍ PRIMERA

 Ochenta soles y un mismo anhelo contra la oscurana


Por Andrés Castillo

(Primer disco de 1969. Escrito en contraportada de Héctor Mujica)

31 de octubre conmemoramos ochenta años de permanencia, de vida del cantor del pueblo venezolano Alí Primera, aún en la memoria de varias generaciones de venezolanas, venezolanos, de los pueblos latinoamericanos.

Es mucho lo que se ha contado, cantado, escrito, sobre su andar y huella en todo este tiempo, con sencilla humildad hemos aportado algunas líneas en ese camino, siempre apegados a su propia voz, texto, canto y palabra como referencia de primera mano, insustituible.

En este tiempo tan complejo que vivimos, volvamos a escucharlo, como antes, como siempre, en voz, alma y presencia, porque sigue atento su llamado, porque siguen pendientes sus empeños, porque tristemente hay oscuranas que parecieran eternas, afortunadamente el claro sol de su palabra nos alumbra todavía la torpe y terca marcha en la que insistiremos, su canto continúa siendo el mejor compañero en la contienda incesante con el presente movedizo que nos engulle, en la quieta espera del mañana que aspiramos menos árido.

ALÍ, con su acento

Cumple Alí ochenta años, se escucharán con agrado cantos y poemas a nivel nacional, se transmitirán en radio buenos programas, se escribirán certeras palabras y otros corazones en íntimo encuentro, celebrarán su nacimiento con la flor callada y verdadera que brota en sus adentros.

Pero también habrá quien recurra a internet buscando información (hoy es un escenario inevitable) y llenará algún espacio con lo primero que salga, haciendo tal vez énfasis en lo accesorio, sin la pregunta de cuál es la razón de tales decires:

Alí en otrora fue su nombre artístico o un seudónimo, Alí no se llama Alí” (Esto es con lo primero que se topara en cualquier buscador, cada vez es más recurrente escucharlo).

Por aquello (de la variante en su nombre al ser presentado) a lo que el propio Alí Primera nunca diera ninguna importancia, ni hablara jamás de ello, confrontando entonces sin querer su propia palabra.         

O aquello de: “sus abuelos eran árabes”.

Cuando tantas veces se enorgullecía Alí Primera de la falconiana y campesina herencia de Francisca Primera “Mamapancha”, Rafael Primera o su abuela materna, María del Rosario “Mamachayo”, de sus ancestros cocoditeños, de su tierra caquetía.

¿Por qué es tan importante cuidar su nombre? 

Porque detrás del nombre de ALÍ PRIMERA hay una memoria de la honestidad, de la solidaridad, de la coherencia, de la lealtad con una idea, de una conducta inalterable, por ello es imprescindible que no se borre la huella hacia su destino, que no se pierda el resonar de su nombre entre tantas estridencias e irrelevancias habituales, que no se apague su cancionero trino, que siga sonando su campanada, idéntica, como cuando él estaba, quizá el oír el nombre: ALÍ PRIMERA, nos ayude a encontrar el sol de su camino.

No ignoremos que somos parte de una época que vive de alimentar olvidos. Cuidemos su legado, empecemos por su nombre.

Humilde llamado

Con afecto y coherencia, con el compañerismo que une en el canto de Alí, invito a no desdibujar y confundir a las nuevas generaciones, dentro y fuera del país, con “tesis” a las que el propio ALÍ PRIMERA jamás dio relevancia ¿Por qué hacerlo entonces nosotros?

<<a mí me interesa que el pueblo antes de conocer a Alí Primera conozca mi canción>>

Que siga vivo Alí Primera no solo en la memoria, sino que su nombre y su propuesta encuentren en las generaciones venideras nuevas energías para las transformaciones que cada época exige, inspiradas en la ruta de su canción, con la más clara y autentica resonancia de su huella. 

Tenemos sus discos con su nombre y su propia palabra hablando de él. Invitemos a escuchar su canto y que sus canciones sigan diciendo su verdad, como a nosotros nos la dijo en su momento. Hagamos énfasis en su lucha, en las tareas pendientes (tantas por hacer), en alumbrar con su sol los caminos que hoy se nublan, pongamos el acento en la í de su nombre y en la transformación profunda del ser humano, de la realidad que oprime en lo concreto a todo su pueblo, en la cotidiana desesperanza de esta hora, que les roba alegría, paz y vida a los destinatarios de su canto.

Alí nos entregó a tiempo su autobiografía, está en su canción: <<las plantas de los pies del que anduvo descalzo de tanto andar el mundo se volvieron canción>> se reescribe hoy, otra vez su andar, en la resiliencia de los anónimos ante tantas desilusiones e infortunios y adversidades actuales.

Por mi parte me sumerjo en la voz de ALÍ, en su propia palabra, la más clara evidencia para decir de él, la principal certeza que conozco y defiendo cuando tengo que nombrarlo.

Ojalá en esta fecha se imponga el pensamiento crítico a la hora de hablar de Alí Primera por encima del ligero anecdotario, valido, pero insuficiente cuando su gente camina con preocupación por la sobrevivencia de cada hora. No dejemos de pensar en la pertinencia de su proyecto frente a un tiempo tan inconsistente, superficial y enmarañado como el que ahora toca transitar, distante ya de su propio paso.

Preguntémonos siempre, si vamos en yunta con su ejemplo.

Cumple Alí ochenta años, cantemos con alegría su bienvenida, su buen latido. Pero no dejemos de preguntarnos por sus sueños, por sus luchas, por su llamado en todo este tiempo: ¿Dónde la flor de sus desvelos, su camino, su empeño, su gente?

Estas palabras que ahora escribo trillaran sobre otras que desde tiempos viejos hemos lanzado como humilde aporte, es mejor la torpeza del grito repetido y en solitario arado, al silencio infecundo que no labra.

Ahora otra vez nos canta Alí Primera como hace tanto, su mismo anhelo contra la oscurana.


(Primer disco: “Vamos gente de mi tierra”, 1969. Con un escrito de presentación en contraportada de Héctor Mujica: Cuando canta Alí Primera)

“Alí Primera no es un seudónimo. Es el nombre de un joven universitario, estudiante de ciencias, nativo del estado Falcón…”

 

(Entrevista con Porfirio Torres, programa radial: Venezuela Ahora, 1979)

Porfirio T: ¿Alí Primera es tu nombre de presentación bautismal o es tu nombre de batalla?

Alí P: “Es mi nombre, yo me llamo Alí Rafael Primera Rossell” (en su propia voz).

 

(Programa radial: Gran archivo, 1984. Periodista Isa Dobles)

Isa D: “¿Tú te llamas realmente Alí Primera?”

Alí P: “Yo me llamo Alí Rafael Primera Rossell” (en su propia voz).

 

(Mi pueblo me hace cantar. Canción del disco: Abrebrecha)

Mi pueblo es Juan Bariaca y es Tulio Guariato es Rafael Primera el viejo querendón y son las manos madres de todas las tinajas y es la fruta espinosa y dulce del cardón”.

(Paraguanera. Canción del disco: Cuando nombro la poesía)

Paraguanera mi madre y novia, paraguanera guitarra hermana



Andrés Castillo

domingo, 3 de octubre de 2021

Canto salobre

Es la última luz. Aún percibo como un perfume
la existencia.
Antonio Gamoneda

                                     (Fotografía: Andrés Castillo. Cabo San Román)


Mis huellas
se bebieron el inquieto mar de la infancia
ahora en la distancia de los años
la sed de su luz
me salva del frío que escondo temeroso en mi camisa
el oleaje del tiempo
sigue golpeando su canto de sol contra el olvido.





Poema de Andrés Castillo

sábado, 2 de octubre de 2021

La guitarra es una selva

 A Evio

                                      (Fotografía tomada de: https://panampost.com)


…más allá de la búsqueda

 entra un canto mío sin fin

me llevo al bolsillo mi destino.

Evio D’marzo

 

La guitarra no canta su venganza

la canción que brota de sus cuerdas

es el triunfo de la vida que no pasa.

 

La guitarra es una selva

una jauría de noches domadas

con la tenacidad y la ternura del poeta.

 

La guitarra es una selva

una diosa desnuda

que entre las manos del amigo

va pariendo los hijos

que han de arrullar la casa

de lo sueños colectivos.



Poema de Andrés Castillo

Del poemario inédito: Atavismos, 2020

viernes, 23 de julio de 2021

El orgasmo ultra-terreno tiene un precio que paga el tedio


Esta fiebre de ti, estas ansias vehementes,
este calor de infierno que me abraza la frente...
(Fiebre de ti, de Juan Arrondo, interpretada por Benny More)



La noticia deja escrito
que por un costo único de 90.000 euros
las personas interesadas podrán adquirir un boleto
para merodear por el espacio.

La órbita de la luna:
“SpaceX" y “Virgin Galactic”
ofrecen varios minutos para flotar en gravedad
lejos del bullicio del mundo terreno.

El tiempo total del turístico viaje
que ofrece tocar estrellas y cometas
durará dos horas y algunos minutos.

Es barato aún el pago respectivo
para quien aspira un envidiable orgasmo ultra-terreno.

Todos tenemos sueños
tormentas y silencios que nos habitan dentro.

Yo aquí,
humilde asalariado
peleando mi presbicia con un terco poema
con la canción del despecho
en la que busco olvidar a una joven sirena.

Yo,
defensor de la quietud y soledad
de luna y estrellas,
desde la guarida errante de estos versos,
apenas deseo:
hundirme en las arenas de algún mar
con el cuerpo desnudo de mi morena
en el caribe sensual de tambores
cocuy, soles y palmeras
donde mis caricias flotarán felices
descubriendo sus lunares,
la dimensión exacta de su ombligo,
con el vaivén cadencioso que me ata a la tierra.

Y seré feliz,
amado paseante del delirio.

Con mi morena andaré
como el primer astronauta
que rescatado del olvido
y el tedio
amó ese día entero,
cuando entrando afanoso
a la habitación donde aguardaba su amor
bailaron juntos
con "ansias vehementes", aquel bolero de Benny Moré
que les hacía subir cual cohete la fiebre de un beso.

Poema de Andrés Castillo


martes, 1 de junio de 2021

HÉCTOR HIDALGO QUERO

“Quisiera decirte”

Andrés Castillo


Héctor Hidalgo Quero en su casa. Fotografía de Andrés Castillo

                                                                                                                        Es un tiempo
que no me deja más que el horizonte
como medida de la soledad.
Un tiempo de tristeza protectora.

Joan Margarit


Nunca podré despedir a Héctor Hidalgo Quero, como nunca he dicho adiós a la vida presente del cantor Alí Primera. Unidos ambos en la amistad, indisolublemente en la sensibilidad, el amor a la tierra falconiana, los ideales a los que fueron fieles hasta el último alientollevados en su conducta con honestidad y coherencia.

Nunca nos despedimos de un maestro, porque aprendemos siempre de su huella, porque cada acto nuestro si es cónsono con sus lecciones va impregnado de esa escuela que nunca nos cierra la puerta y nos ubica frente al pizarrón de la vida por descubrir. De la escuela de Héctor Hidalgo Quero vengo con gran orgullo, me siento humilde discípulo de su camino, de su obra, ejemplo e infinita amistad.

Lo conocí siendo yo un muchacho, desde el mismo momento me invitó sin mezquindades a la mesa de saberes y gratas palabras. Llegué a su encuentro de la mano de otro hermano del camino, José Montecano, en aquellos tiempos cuando iniciaba mis pasos por el teatro en el Ateneo de Punto Fijo, ya sabía de la relación de Héctor con Alí, pero fue en el poético Bar Las Turas, donde conversamos por vez primera, ahí estaba, junto a otros inolvidables amigos, los poetas Víctor Hugo Bolívar y Alexander Sierralta, ellos también nos han dejado, aunque les llevamos a cada rato, junto a otros escritores en colectivo formaban parte del buen proyecto Ediciones del Cerro, con el que dieron a conocer sus creaciones literarias y se editó también el disco de Alexander, titulado: “Voy a pedirle a Dios”, con diseño de portada del propio Héctor.
                Grupo fundador de Ediciones del Cerro (álbum familiar de Héctor Hidalgo Quero)

Héctor Hidalgo siempre me manifestó su amistad y cariño, con el afecto del buen docente me brindó la oportunidad de conocer a mi edad juvenil un mundo algo ajeno, andaba yo tras la huella de Alí Primera, como ando todavía y nadie mejor que Héctor Hidalgo Quero, la voz más clara, respetable y justa para conocer la ruta del cantor en toda su dimensión: política, cultural y humana; fue el periodista que más entrevistó a Alí, quien mejor le sacaba palabras de sus proyectos necesarios, aún vigentes en inconclusos, ambos se respetaban, se querían y hacían llave por la misma idea, por la misma causa noble en la que yo sigo creyendo agradecido.

Mi primer intento de escribir contó con su mirada y correcciones oportunas, él mismo diagramaba las pruebas o bocetos en papel, con la paciencia de un orfebre iba creando una obra de arte que luego solíamos enmarcar por su belleza, él llevó aquella sencilla propuesta al Diario Médano donde publiqué un primer trabajo sobre Alí, indiscutiblemente. Poco sabía yo del trabajo gráfico y periodístico, menos de aquellas viejas imprentas donde el trabajo manual era fundamental, lento y laborioso, tan lejano de la era digital que hoy vivimos. Pero el poeta nunca le cerraba la puerta al muchacho inquieto e insistente de aquellos días ya distantes, había tanto que aprender del compañero, digo con certeza que Héctor fue uno de los profesionales más polifacéticos y valiosos de nuestro estado; periodista, escritor, docente universitario, diseñador gráfico, productor y guionista de radio, historiador musical, pero esencialmente poeta y paraguanero nato.

Sus trabajos están ahí, publicados, bien valdría la pena reeditarlos, lástima que los últimos años su amplia experiencia y su capacidad creadora no fue valorada en su justa medida, tenía mucho que aportar a la vida cultural de nuestra tierra

En todas sus contribuciones era vital que dejara tallado, algo de lo que se carece en este tiempo, tres conceptos que él defendió en cada espacio que llevara su firma: formación, investigación, producción. Fue un enemigo acérrimo de la improvisación en materia comunicacional, cultural y educativa.

Desde ese primer encuentro en los inicios de los años ochenta no dejé de acercarme a su casa, bellamente decorada con sus propias manos, sencilla y ordenada estancia, posada poética de la trova y la literatura, decorada con la misma esencia y aires paraguaneros, al igual que el apartamento de Alí en Caracas, con las sillas características de nuestra tierra; tinajas, bibliotecas de madera de pino o cardón; plantas, cuadros, libros, discos, pinturas, lugar acogedor, inolvidable, que solo al entrar en él, animaba a querer la vida noble, sencilla, bucólica, que a su lado conocimos. Silvio, Pablo, Sabina, Gieco, Heredia, Joan Manuel, Sandro y Tino Rodríguez, siempre eran compañeros en las tertulias creativas que extendíamos por horas, conversas inagotables, intercambio de textos y afianzamiento de la hermandad repartida con otros compañeros, aunque ausentes, estaban ahí, entre libros, cantos y el traguito acostumbrado.

Así comenzaron las visitas, yo quería saber de Alí y él me iba facilitando en cada oportunidad algún viejo casete con sus entrevistas, yo hacía dos copias y le llevaba una por si se le dañaba el original, semana tras semana nos fuimos identificando y conociendo, pasó el tiempo, su generosidad y empatía compartida nos unió mucho más, me decía: <<escucha y guarda Andrés estos testimonios de Alí, hay que conservar al cantor en su propia palabra, sin tergiversarlo, en su propia esencia, que hable Alí, no nosotros>>, más adelante esos testimonios los publicó en su libro: Herido de vida. Entrevistas con Alí Primera y en un programa especial que llamó: "Lengua del pueblo", los mismos sirvieron de apoyo importante para el programa: “Canto y Palabra” que realicé por años en Radio Nacional de Venezuela. Cuidadoso siempre Héctor de la palabra de Alí.

Es necesario decir que todos los trabajos que se han publicado sobre Alí Primera han contado de una u otra manera con la palabra certera de Héctor Hidalgo Quero o bien con los aportes de sus entrevistas e ineludibles referencias.




El tiempo siguió su paso y se sumaron momentos, conocí y valoré el amor por su familia, la dedicación y amistad que mantuvo siempre con sus tres hijos, su apego infinito a Paraguaná, (cómo costaba sacarlo de Punto Fijo) la cual recorrimos en su totalidad, era visita obligada la tradicional fábrica artesanal de sillas de cardón ubicada en Moruy, persistentemente íbamos a buscar algún taburete, una mecedora o la amistad del amigo Rubén.

En muchos de sus recorridos matutinos por Antiguo Aeropuerto y Caja de Agua, solía recoger algún trozo de madera para luego darle forma y pintar sobre ella sus trazos coloridos que luego solía regalarnos a muchos de sus amigos o simplemente decorar un espacio de su casa. En los caminos del arte estuvo siempre atenta y plácida su mirada.

Héctor Hidalgo fue siempre el mismo, sin poses, ni vaivenes, idéntico hasta el final, con su propia “manera de ser" título de uno de sus cuadros que lo define, así como el poema titulado: “Yo”

Yo

(1976)

Yo, pelabola.

Ilota de la holgazanería.

De los ratos de ocio eterno amante.

Yo, dormilón.

Que nadie espante

las siestas que me ocupan todo el día.

Yo, enemigo de la compañía.

Del trabajo: fatal, espelúznate.

Yo, vago.

Que nadie me levante.

Yo, inactivo, piltrafa, porquería.

Yo, haragán, gandùl, inútil y poltrón.

Que no jalo,

que no tengo patrón

que me asigne el papel del cachicamo.

Yo, lector de Marx, de Guevara, de Ho.

Yo, sin nada, hasta sin amo.

Yo, pelabola,

zanguango, sinvergüenza, malasangre…¡pero Yo

Y siempre fue franco, directo, sincero, malasangre era el apodo de quienes le conocimos, quizá se piensa que tomó ese título para la publicación de su primer poemario por el carácter que bien conocieron sus amigos, pero no, “malasangre” lo toma del nombre de una canción de Joan Manuel Serrat, de su disco: Para piel de manzana, 1975, canción que habla de un perro que se escapó de su dueño y se vuelve callejero.

Malasangre consentido

qué alegría la del sol

cuando te vea

festejando con el día

sin bozal y sin correa.




Casi cuarenta años de amistad, de fructífera hermandad, resultaba inolvidable conversar sobre el arte, la política, los amigos comunes, el destino de la humanidad, pero sobre todo de música y poesía, Héctor era un conocedor indiscutible de cualquier género musical, manejaba los datos exactos de los compositores e intérpretes, fechas, motivos de cada álbum y la historia de sus canciones, sin importar ritmo o estilos, era acucioso, excesivamente ordenado, anotaba todo con rigurosidad, con buena y clara letra.

Nunca podré despedirlo, sin recordarlo vital, entero, con voz clara y firme, amante del Super Combo Los Tropicales, Mario y sus Diamantes y Los Blancos de Maracaibo, de toda la vieja y la nueva la trova cubana, boleros y danzones, el extenso cancionero caribeño y por supuesto, de la historia musical del Rock, donde los Beatles y John Lennon colmaban su pasión más insondable, en el garaje de su casa paterna en Caja de Agua, ubicó un taller de pintura y le puso por nombre Ascot, por la relación de esta ciudad inglesa con su ídolo Lennon, fue en esa ciudad donde se realizó la última sesión fotográfica de los Beatles como grupo en 1969 y John Lennon crea en fecha posterior su estudio de grabación que llamó Ascot Sound Studios.

(Fotografía tomada de: http://ascotsound.com/)

Héctor era un gran estudioso, lector voraz, escritor cotidiano, conocía cualquier tema por extraño que pareciera en profundidad, aunque alejado de la internet y la computadora, estaba informado y actualizado de cualquier asunto contemporáneo, solía escribir a mano sus poemas (diariamente), era minucioso con la estadística y la veracidad a la hora de lanzar su palabra, venía de la vieja escuela, de la máquina de escribir y del saber sin alardes. Diseñó portadas de libros, carátulas de discos, folletos, murales, afiches.

Pintura de Héctor Hidalgo Quero

La creación poética la realizaba habitualmente, manteniendo al lado de su silla una agenda o libreta donde iba plasmando la vida de su calle, los recuerdos de su infancia, los amores, la realidad cotidiana de sus semejantes, sus afectos, siempre con sencillez y sin grandes pretensiones. No le preocupaba para nada si le consideraban poeta. Y él lo era intensamente, poeta de la cotidianidad, donde no todos sabemos ver la belleza de sus horas.

Me duele infinitamente su cambio de paisaje como dijera Alí, no podría hablar de mí, sin tener presente sus consejos y aportes para el camino que ahora más solitario prosigo, mucho le debo de su huella iniciada, conté con el honor de que escribiera el prólogo de mi primer libro sobre Alí, siempre dispuesto con su alegría y el acompañamiento en cualquier tarea que emprendíamos.

Feliz de haber recorrido a su lado algunos trechos, fue querido por mi familia, respetado por mí y así se lo manifesté todas las veces que la vida me lo permitió, lamentablemente los últimos años, las distancias insalvables, las dificultades de esta hora no permitieron el abrazo acostumbrado.

Nos unían muchas cosas: Paraguaná, Alí Primera, el arte, la vida sencilla, los ideales, los amigos comunes, además, mi madre se llama Carmen, como la de Alí y como la de Héctor Hidalgo Quero, siempre recuerdo un poema muy hermoso que él escribiera para su mamá, titulado:

Carmen

Mi madre,

como todas las madres,

es la mujer más bonita.

Ella, como todas, se empeñó en enseñarnos.

Me indicó como utilizar los códigos

sin hacerle daño a nadie.

Mi madre,

al igual que todas, me dedicó

más tiempo del que disponía.

Y a la medida en que crecía

sembraba dentro de mí

un amor claro y limpio.

Pero mi madre

debo decirlo con total respeto

se diferencia de otras madres,

porque no todas ellas se llaman Carmen.

Porque para que el nombre de Carmen

se le ponga a una mujer

deben concentrarse con ella, en el momento

el cielo, el mar, la luz y las flores,

porque el nombre de Carmen,

para que lo lleve una mujer,

debe ser al nombre más bonito.


Mundo de Acacia, finales de mayo de 2004.


Nunca podré despedir al maestro porque sembró en mí, camino y mucha vida.

Quedará tanto por decir, tanto por recordar, es bueno traer ahora al papel, y decir que era Héctor Hidalgo Quero quien junto a Carmen Adela Rosell, madre de Alí, iniciaron y dieron vida desde siempre, con otro concepto, a lo que hoy se conoce como la “Casa Museo Alí Primera”, para la madre de Alí tan solo a él le estaba permitido modificar, enmarcar o ubicar algún cuadro o fotografía en la vieja salita de la casa familiar del antiguo “Barrio La vela”, y ella siempre decía con firmeza: <<llamen a Man…hasta que no venga Man, que nadie mueva esos cuadros, él es el que sabe…>>


 
 En la siembra de Alí Primera. Punto Fijo. Fotografía de Andrés Castillo


Héctor Hidalgo Quero forma parte importantísima de la historia y la vida cultural de Punto Fijo, dio todo su aporte a la tierra donde sembró sus huellas. Dejó en ella, una obra y caminos.
Hablar del amigo nos obliga a mencionar espacios y seres humanos que para él fueron razón de su vida en su quehacer cotidiano:

Caja de Agua: donde nació y de la que nunca se separó, en Antiguo Aeropuerto ubicó su hogar, diariamente recorría sus predios.

Maracaibo y Luz: La ciudad que quiso infinitamente, donde estudió periodismo, donde sembró sus más grandes amigos y aprendió a escribir y trajinar la décima con gran maestría. Para Maracaibo, su gente y su cultura popular, escribió el poema: “Maracucha” (interpretado por José Montecano, en la producción musical: “Yo no pago, yo no debo” (1987), musicalizado por Emiro Delfín y el propio Montecano, aparece también en ese disco de su autoría, la canción “Coriana”.

El Tecnológico de Coro “Alonso Gamero” (hoy UPTAG): Instituto educativo al que le entregó décadas de su vital existencia, viajando diariamente de Punto Fijo a Coro en su emblemático y bien cuidado Zephyr, para cumplir sin falta con su labor docente. En esa institución desarrolló además distintos proyectos culturales, literarios y de producción radial, en sus paredes dejó grabado un emblemático mural, diseñado y pintado por sus propias manos.

Diario Médano: En este diario de la Península de Paraguaná, publicaba regularmente sus trabajos poéticos y periodísticos, el conocido suplemento poético Folia, así como trabajos especiales para los diarios El Falconiano y La Mañana, donde salieron publicadas todas las entrevistas que le realizó al cantor Alí Primera, siempre acompañadas por las inolvidables fotografías del periodista grafico Heberto León Escalona.

Mundo de Acacia: Era la frase o lema poético con el que culminaba sus escritos, “mundo de acacia”, el hogar con el árbol frondoso sembrado por sus manos en su calle 13, donde nacieron sus hijos, donde escribió y pintó su amor inmenso por la vida, por su tierra.

Hay dos personajes a los que admiró y dedicó poemas: al cronista Juan de la Cruz Estévez, una hermosa canción titulada “Juan de la C”, musicalizada y grabada por José Montecano (2006) a quien también le unió una familiaridad desde la juventud. De igual forma a su maestro en los tiempos del Liceo Marino de Talavera, al docente de origen canario, Carmelo Duarte, le escribió un bello poema del que tomé uno de sus versos para iniciar estas palabras que ahora derramo para agradecer como él a su maestro infinito:

Duarte

Quisiera decirle

Muchas cosas

Que abarquen los ratos del liceo

De las clases de arte,

del recreo.

Del horario con versos y con prosas.

Del interrogatorio;

Tableteo diario, constante martilleo.

Sobre métrica, ninfas, mariposas.

De aquellas tardes con aire de Francia

deseara conversar con relevancia.

Del mar canario amigo, del pintor.

Pero solo termino

resumiendo

que aún me siento alumno, profesor,

y por eso de usted sigo aprendiendo.

Héctor Hidalgo, amigo para siempre, compañero, hoy quiero decirte con tu propio verso, que leeremos tus poemas, escucharemos a Lennon, a Pablito, que ordenaremos con pasión y ternura otra vez la biblioteca como nos enseñaste, que abrazaremos la guitarra y cantaremos con Alí su Canción para acordarme, porque siempre estuviste, estás, te llevo y te recordaré vivo, querido maestro: <<y como no acordarme compañero, si me da por cantar cada vez me acuerdo>>. Sigues en tu poesía.

Advierto

Advierto que las aguas

pueden llevarse todo.

que llegará un momento en que solo responderé

por la tibia escampada de mi cuerpo frío.



Advierto que de ahora en adelante

caminaré descalzo.

Que con tantas precipitaciones

el huerto valdrá igual que en tiempo de sequía.



Advierto que se tiene que diferenciar

el agua que sabe a florecer

y que no me sentiré culpable

si no encuentro la espiga

que debo de otorgar.



Héctor Hidalgo Quero

(poema inédito, 2009)



Andrés Castillo

01 de junio de 2021


Breve reseña biográfica y literaria:

Héctor Osmán Hidalgo Quero 
14 de agosto 1949 / 21 de mayo de 2021

Caja de Agua. Península de Paraguaná. Estado Falcón.

Periodista, escritor, docente universitario, poeta, diseñador gráfico, pintor y productor radial de amplia trayectoria en la actividad cultural en el estado Falcón.
Centros de estudios: Liceo Mariano de Talavera (Bachillerato), Universidad del Zulia. (Maracaibo)
Libros publicados: Herido de vida, entrevistas con el cantor Alí Primera (1998), Malasangre (1981), Barrio/Callejones, (SF), Calle 13 (2004). Caminos de Agua (2009, inédito)
Libros académicos: Redacción. Composición escrita, gramática y estilo, (1992), Redacción Práctica, (1993)
Poemarios en colectivo: La luna tiene 6 noches, (1986), Reunidos (1989), Segunda luna (2000)
El Premio Regional de Periodismo que otorga la Alcaldía de Carirubana de Punto Fijo en la mención: Docencia e investigación, lleva su nombre.









Con sus amigos: Huto Velazco y Heberto León. Las Piedras. Paraguaná. 
Fotografía: Andrés Castillo


Pintura de Héctor Hidalgo Quero

Héctor Hidalgo y Vítor Hugo Bolívar, amigos para siempre.
Fotografía de Andrés Castillo

Con el caricaturista Omar Cruz. Fotografía de Andrés Castillo


                                                 Héctor Hidalgo y Andrés Castillo. Guacuira. Paraguaná.






















miércoles, 21 de abril de 2021

Marisela es canción de luz y sombra

Invitación de @poemame_poesia
a escribir un poema ambientado en una novela,
En conmemoración del Día Internacional del Libro el próximo 23 de abril.



  (Fotografías: 1. Estatua Marisela Estado Apure. 2. Portada de la primera edición de Doña Bárbara, 1929, Editorial Araluce. 3. Rómulo Gallegos, álbum familiar)


Marisela sabe de lejanías

de la canción que llega inquieta

abriendo la espesura de los montes.


Le gusta mirar el tremedal

descifrar el silencio de los musgos

la razón de la herida y la memoria.


Hace tiempo que no escribe su tristeza

la oculta en el bullicio de los bailes

entre las celosías de un amor doliente.


Frente a la inmensidad de la llanura

un hombre cincela dos destinos

dando nombre al dolor que no ha nacido.


El bongo es un libro que se aleja

un eco de luz a la deriva

la calma del miedo en dos pupilas.


Marisela es aletear de mariposas

canción de belleza en la llanura

palabra que incendia luz y sombra.


Ahora la Doña desde su eternidad

acaricia la mano que hace un siglo

escribiera el parto luminoso de su aurora.


                                                a Rómulo Gallegos.



Poema de: Andrés Castillo