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DE FLORES Y BALAS COMO LA VIDA.
Poética existencia. Vida poética.

lunes, 5 de enero de 2015

José Montecano

La canción falconiana y el canto latinoamericano


“Montecano mi hermano, es la voz que me apoya desde mi familia, cuando se me van los gallos el los agarra se los mete en el pecho y sigue cantando”. 
                                    Alí Primera (Acto en Cabimas estado Zulia)


 Recibimos con entusiasmo el nuevo disco del cantor falconiano José Montecano, este nuevo trabajo viene a ser su octava producción discográfica, rama florecida de aquella semilla sembrada en 1977, cuando grabara en un disco de 45 rpm dos canciones inéditas de su hermano, nuestro querido cantor Alí Primera, vale decir, dos de las primeras canciones escritas por Alì: “Sentir Coriano” y “Canción del mar”, letras dedicadas a la tierra, al paisaje, al amor que crece entre palmeras y tiernos oleajes.
            El disco titulado “Hombre y paisaje” es producto de una trayectoria que traspasa tres décadas de arduo trajinar, en él, Montecano rinde homenaje a su amada tierra falconiana y a los compositores que ha sabido dibujar en acordes,  la querencia que todos sentimos por la Falconía amorosa, fértil, generosa.
            La producción que hoy disfrutamos, forma parte de un hermoso proyecto, único en nuestro país, donde un cantor recorre todas las escuelas de su estado, llevando a las niñas y niños de su tierra, el cancionero poético de sus paisanos, para decirles que hay historia, paisaje y vida, para seguir amando. 
            “Un cantor les cuenta un canto”, labor a la que ahora dedica su energía y entusiasmo, cumple diez años, acompañado de sensibles músicos y compañeros, dejando en cada pizarrón, en cada salón de clase, algo del cariño que un día recibió en los caminos del canto. 
            José Montecano tiene años ofrendando su voz a la tierra falconiana, desde sus inicios con el “Grupo Araguaney” y el recordado “Terremoto” Lugo, pasando por el canto serrano, “Receloso” y alegre, abrazando el merengue de Ramón Blanchart y su “Mero cabezón”, digo con certeza, que nadie a serenateado tanto a las ventanas y los corazones falconianos como José Montecano, su voz ha sido solidaria en contra de la contaminación petrolera, a favor de viviendas para damnificados y en defensa del cerro Galicia, ha estado presente en homenajes a poetas, escritores y luchadores sociales, su voz ha cantado temas de Guillermo de León Calles, Charles Arapè, Héctor Hidalgo Quero, Simón Petit, Rider Díaz, el “papa” Meneses, Yasmil Marrufo, entre muchos más. 
            Con orgullo debo decir que tuve el honor que su noble voz, rindiera homenaje al cronista militante de nuestra tierra Alí Brett Martínez, en nuestra canción: “Aquel Alí Brett".
            El pueblo falconiano sabe de la trayectoria de Montecano, no hay pueblo de nuestra península, no existe paraje de la geografía falconiana que no haya recibido la fuerza y la ternura de su voz.
            Montecano también ha cultivado otros géneros, la gaita zuliana por ejemplo, grabando con Maragaita, con el Gran Coquivacoa, con Los Duros y La misma Gente, ha cantado boleros, tangos y hasta un sabroso vallenato, el “Corazón rebelde” del consagrado Enrique Hidalgo.
            Es justo reconocer el trajinar de este hombre apegado a su terruño, en él vive y lucha, a pesar de la importancia de salir fuera para llevar su mensaje, José regresa a su Paraguanà profunda al lado del abrazo familiar, ni las invitaciones del “éxito”, ni otras pretensiones, han conquistado su corazón como lo ha hecho la brisa fresca de Guacuira y el mar de la costa peninsular.
            La canción latinoamericana tiene en José un militante comprometido desde su juventud, de la mano de Héctor Mujica y el maestro Prieto, participando en el primer “Festival la voz revolucionaria para Carlos Puebla”, recorrió Cuba, la antigua Unión Soviética, ha cantado al lado de Silvio Rodríguez, de Carlos Varela, de Amaury Pérez, así junto a los más importantes interpretes del canto venezolano: Simón Díaz, Gualberto Ibarreto, Reynaldo Armas, Toña Granados, Cecilia Tood, Lilia Vera, Francisco Pacheco entre muchos más.
            Su voz ha transitado el más hermoso paisaje del repertorio latinoamericano, grabando temas de José Alfredo Jiménez, Rafael Rodríguez, Enrique Hidalgo, Miguel Ordoñez, Alfredo Sadel, Ilán Chéster, Julio Jaramillo, Roberto Carlos, entre otros.
             Su canto ha trajinado con orgullo los versos inmensos de Ludovico Silva.
            De la pluma del poeta falconiano Guillermo de León Calles en 1987, rindió tributo a la lucha inmensa del premio nobel Nelson Mandela.
            Después del cambio de paisaje de Alí, José Montecano afrontó su mayor compromiso, grabando el disco inconcluso del cantor de la vida, responsabilidad que enfrentó con humildad, serenidad, talento y militancia, cumpliendo sin arrogancia, la inmensa tarea de llevar a Latinoamérica las últimas composiciones de un hombre inabarcable.
            La trayectoria es extensa, como la sensibilidad que lo acompaña. En este nuevo trabajo nos deja un universo generoso, cantos de Rafael Sánchez López, Tino Rodríguez, Alexander Sierralta, Miguel Ordoñez, Daniel Reyes, Pedro Delgado, Antonio Acosta Márquez, Iván Pérez Rossi y Simón Petit, homenajeando con su voz, un bello poema del recordado poeta Hugo Fernández Oviol. Regalándonos además un tema de su autoría.
            El pueblo falconiano, el pueblo venezolano reconocen el trabajo artístico de Montecano, sería valioso, justo y oportuno, que este trabajador por la cultura popular, quien lleva el amor por su pueblo tatuado en su nombre, sea reconocido como “Patrimonio Cultural” del estado Falcón.
 
            Su entrega, su constancia y coherencia lo hacen merecedor de ese galardón.
            Son más de tres décadas en las que Montecano ofrenda su vida hecha canción, a hombres, mujeres y niños.  
            Me cuento orgulloso entre la generación que ha crecido con su canto, nos ha formado y nos ha animado con humildad a seguir el camino.
            Por mi parte vaya mi palabra, mi mano amiga, la hermandad y el agradecimiento por lo que nos ha dado, por lo que aún queda por regalarnos, por seguir terco y bullicioso, tierno y sencillo, como el chuchube nuestro que a pesar del verano canta y vuela, llenando de vida buena, el cielo azul del pueblo falconiano.
            Gracias por tu canto, hermano cantor.



Andrés Jesús Castillo Arteaga
Caracas 05 de enero de 2015