A Víctor Hugo Bolívar Graterol,
tu mundo
de silencios feliz de cuidarte.
Detenido en el
tedio
recuerdo tu mundo de silencios
tu poesía
novelada
y los cuentos aquellos
escritos al vaivén
de la brisa de tu reino.
La muerte rasga
esta vez la crónica certera del viajero,
toda la peripecia de los sueños.
El camino siembra
distancias tercamente insalvables,
¡y no volvimos compañero!
a jugar con el hielo
ni a saborear la
frescura de los secretos
en tiempo de ciruelas
ni a compartir los
diarios y sus miedos.
En la biblioteca están
todos tus libros,
parecen guardar
tu voz en fuga y tú sonrisa
en sus páginas existes
intacto, vivo, gigante.
Cuando Sabina afine
su guitarra
una noche de
oscura soledad
llegarás otra vez
como llega lo bueno
lo querido, lo
que suele salvarse para siempre:
entre poemas, en
el canto de los pájaros
en la fiestera algarabía
de dos enamorados,
y en la segunda luna
que seducida de
canciones te reclama.
Poema de Andrés Castillo
Poema de Andrés Castillo