Encuentro

PALABRAS,SILENCIOS,AMORES, COMBATES, TRIUNFOS Y DERROTAS, NOSTALGIAS, AUSENCIAS.
DE FLORES Y BALAS COMO LA VIDA.
Poética existencia. Vida poética.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Palabras, mesanjes y flores


Para ti amada.



La tarde me enamora, el aroma que llega me despeina.

Ojalá alguna de mis palabras sirvan de rocío para cuidar tu flor.

Alrededor del sol giran mis palabras, buscando una la flor que crezca en mis alas.

Prefiero mi caverna a tener que deambular entre las fieras.

Una sonrisa me basta, si ya pueblas la tarde.

Mis palabras me dejan si voz, se van tras la belleza de un ave con vuelo de gaviota, cuando ella pasa por mi ventana los àrboles cantan.

Que nada me aleje de ti, ni la tarde con su pereza, ni las profecías Mayas, ni esta "globalización" que hace tiempo acabó con la tierra.

Hoy soy feliz, volvió la aurora a llenar de fiesta mi ventana.

Cuanto diera por escucharte, por oír tu voz junto a la tarde, háblame, cuéntame, dame tu palabra y besa mi silencio.

Vuelve, no te marches, déjame verte, que yo muero por ti, que yo vivo si vuelves.

Cuando te vayas dime apenas un adiós, que mientras te recuerdo me llegará la tarde, esperando el regreso.

Hazme saber que estás ahí, que sientes la llovizna llegar hasta tu huerto, que sientes que germinan duraznos como besos.

Todas mis palabras son para ti, aunque no puedo verte sè que te abrazan con la cálida ternura que vence distancia.

Intento acariciarte con mis palabras, con mi mirada, con mi silencio. Miro tu rostro y crece el incendio.

Me bastaría con saber que mis palabras llegan hasta ti y se duermen rendidas bajo tus cabellos.

De nada sirven mis palabras si tú no llegas con la tarde.

Y tu estarás y yo estaré, cuando la lluvia de besos llegue a nosotros.

Cuando me pierda en tu pelo, sé que voy a encontrarme.

Ahora resulta que mi teclado sólo escribe para ti.

La tierra ya no gira, se detuvo para amarte.

Un ojo, unos labios, el tierno cabello cual cascada sobre tu cara, cubriendo a besos tus mejillas, lo demás es canción en mi guitarra.

Dame tu mano amada, vámonos juntos, que sin ti no quiero abrazar la tarde.

Tu pelo y tu mirada me ponen a salvo, me rescatan de las tinieblas.

Cada vez que tú apareces en mi calle es primavera.

Cuanto diera por perderme entre tu pelo, por ser sólo el caminante que vaga por tus riachuelos.

Abraza mi palabra y vuela conmigo, ven hasta mi isla, ven a mi cariño.

Mis palabras sólo dicen, si llegan hasta ti, mis palabras sólo sirven, si vencen tu tristeza.

Todas mis palabras son para ti, lo sabes porque llevan la nostalgia de tus besos.

No dejes de venir con tu palabra hasta mi regazo, que en esta isla solo te espero, para navegar contigo, hasta el bosque de tu pelo.

Mi palabra vuela hasta ti y se posa en tu pecho, y entre caricias y besos hace que sueñes la vida, la vida que merecemos.

Que me venza tu ternura, tu pelo y tu mirada en los brazos de la luna.

Siempre aparecen ángeles con la ternura que nos falta.

A veces es mejor el silencio, el callado gesto que vamos siendo.

Amar escrito al revés es Rama. Por eso has todo lo posible para que crezca, para que llegue a todas partes, riega el árbol que nos cobija. 




Poema-mensajes de Andrès Castillo

sábado, 22 de septiembre de 2012

Dos poemas para la paz



Terquedad a paz labrada

La flor que brota en el cemento
airosa al viento de la vida,
la luz que sale del silencio
del último surco de la herida.

El árbol que agita su follaje
el beso que busca su anidar,
el niño que chupa de algún seno
la vida que un llanto a de anunciar.

El pájaro que canta en las ciudades
venciendo ruidosa indiferencia,
el viento que besa las mejillas
de los enamorados que comienzan.

El anciano que mira un tiempo muerto
pidiendo más tiempo para andar
la madre que pare las lloviznas
el canto que brota de la mar.

La herida que sana en las caricias
del mundo que debe continuar
los muertos de siglos olvidados
del odio que debe terminar.

Todo es un cantar a la esperanza
todo es florecer y continuar         
todo es un comienzo que no acaba
si juntos soñamos que es verdad.

La paz de la raza que agoniza
la paz de la tierra que se va
la paz que los hombres necesitan
la paz que te nombra humanidad.



Letanía para la paz

Nosotros que caminamos siglos
junto a la historia de la humanidad,
que inventamos el arado y la rueda,
que construimos los telescopios,
nosotros que admiramos el placer de navegar
que dejamos las huellas en cavernas milenarias
que descubrimos el sueño de volar,
que nos enamoramos del sonido de los caracoles,
nosotros que inventamos la escritura y el arte
y aprendimos a sacar música del tronco de los árboles,
que supimos del amor nacido en la piel de los luceros.

Pero también nosotros
que olvidamos pedir permiso a la naturaleza
para tomar los frutos de su vientre,
que inventamos el arco y la flecha
que construimos murallas y cañones
que fabricamos tanques y arcabuces,
que aprendimos a torturar a nuestros semejantes,
que repudiamos el valor de la vida y de la muerte
y se nos olvidó mirar al suelo, al cielo y a los ojos.

Nosotros, la raza mayor, la de la era nuclear.
Si no aceptamos que perdimos, que debemos cambiar
seremos sólo un recuerdo, en el transitar de la cucarachas.


Dos poemas de Andres Castillo

jueves, 20 de septiembre de 2012

Regreso



Y vuelvo a lo mío a mi camino,
a mi guarida de silencio, 
a mi legión de recuerdos honestos, 
vuelvo al comienzo. 

Si no me ven más, 
debo decir que vuelvo al naufragio, 
que prefiero mi isla solitaria 
a tener que vivir entre una multitud 
que mira callada
morir lo nuestro.

Me voy con mi guitarra 
a los infiernos, 
me voy con los infiernos 
verdaderos.


Poema de Andrès Castillo

lunes, 10 de septiembre de 2012

El Festín del cautivo

"El que no sabe es un imbécil. El que sabe y calla es un criminal".

Bertolt Brecht





Este festín

que mueve sus caderas

y esconde sueños viejos

en el falso humo

de la tarima muerta,

va mancillando la tarde

frente a los ojos

del muchacho

que merece otra fiesta.


Este escándalo

que ensórdese los pensamientos

y se burla de los hambrientos,

llega traicionando

otra vez con su festín

a los torturados

a los macilentos

a la canción valiente

que murió combatiendo.


Este Circo

que nos enjaula

que nos muestra su silla

y su látigo mediocre,

va silenciando

nuestro grito

ahora devorado

por las serpientes

del momento

por las serpientes

de otro tiempo.


Este velo absurdo

que busca evadir

el disparo

y la tragedia,

el grito del rebelde

y su miseria

la guitarra

su verso

y su agonía.


Me lo dice riendo

con sus símbolos

de evasión y de feria.


Están demás mis palabras

en esta fiesta,

si yo no sé bailar

al ritmo de lo efímero,

si yo sé no cantar

la canción de los vacíos.


Digo

justo antes del

martirio:

ojalà

algún canto

algún poema

alguna

conciencia,

vuelva con su fusil

a volarnos los sesos

para siempre

a sembrarnos de sueños

nuestros huesos.


Pero que

el silencio

no haga un festín

con nuestras calaveras.




Poema de Andrés Castillo