Encuentro

PALABRAS,SILENCIOS,AMORES, COMBATES, TRIUNFOS Y DERROTAS, NOSTALGIAS, AUSENCIAS.
DE FLORES Y BALAS COMO LA VIDA.
Poética existencia. Vida poética.

miércoles, 15 de junio de 2011

MI PADRE Y EL VALS TU OLVIDO





De mi padre conocí una vieja y hermosa canción que lo identificó por siempre, canción que le hacía recordar su pueblo natal en la mágica sierra falconiana, el pueblo de Suruy, enclavado en lo más adentro del Municipio Federación, bello pueblo pintoresco con sus casas típicas de la arquitectura falconiana, de adobe y teja.



Allí se encuentra una hermosa y mítica aguada, de donde brotaba según la leyenda del lugar: un duende con sombrero, enamorado y cantador. Duende que acompañó mi niñez y sigue animando estos nuevos tiempos, donde bien vale la pena volver a creer.



Es muy conocido en Falcón, Lara y Valencia las Fiestas en honor a San Marcos de León que se realizan cada 25 de abril en ese poblado, fiestas y ferias muy vistosas y alegres que llenaron de sentido mi niñez y siguen con más fuerza cabalgando en esta etapa de mi vida.



Mi padre nos contaba muchas historias de esa canción cuando salía a dar serenatas con los amigos por las calles de su querido y hermoso pueblo, acompañado por supuesto de una garrafa de cocuy, el ron blanco extraído de la penca del mismo nombre.

Esa canción conocida como el vals Los Rosales la tarareamos mucho sin saber su autor, en Falcón es muy popular esa canción, cantada como un vals larense, pudiendo decir que es casi nuestra, en el recuerdo y el amor que por ella sentimos, su verdadero nombre es Tu olvido, vals o tango del compositor Vicente Espina.



TU OLVIDO
Han brotado otra vez los rosales
junto al muro en el viejo jardín,
donde tu alma selló un juramento,
amor de un momento
que hoy lloro su fin.
Tierno llanto de amor fuera el tuyo
que en tus ojos divinos bebí.
Ojos falsos que así me engañaron
al ver que lloraron los míos por ti.

Mas los años al pasar me hicieron
comprender la triste realidad.
Que tan solo es ilusión,
lo que amamos de verdad.
Sin embargo cuando en los rosales
renacen las flores
los viejos amores
con sus madrigales
tornan como entonces a mi corazón.

Cuando vuelvan las noches de invierno
y se cubra de nieve el jardín,
si estás triste sabrás acordarte
de aquel que al amarte
no supo mentir.
No es mi canto un reproche a tu olvido,
ni un consuelo te vengo a pedir,
sólo al ver el rosal florecido:
el sueño perdido lo vuelvo a vivir
.

Por mi padre siento vivo un amor especial, que se agiganta cada día en la nostalgia de su abrazo, nacido en las entrañas del cariño, el respeto y la admiración, por lo que hizo junto a mi madre de mi, por lo que voy siendo, hoy ya no está conmigo físicamente, pero su canción sigue viva, acompañándonos y recordándolo en cada nota y en cada trago compartido.
Cada vez que suenan sus notas lo veo venir con su mano de bendiciones para toda la vida.

¡Esa canción es enorme!


Aquí les dejo algo de esa hermosa canción que de seguro ustedes conocen.

Varias versiones.